miércoles, 1 de junio de 2016

Desnutrición en Venezuela por obligación

Los últimos datos oficiales públicados por el Instituto Nacional de Nutrición  aseguró que en el país un 16% de niños entre 5 a 16 años padecen de desnutrición.


Las carencias económicas ha triunfado con el hambre de muchos 

Los malos hábitos de alimentación, en los cuales se encuentra el consumo de refrescos y frituras por la gran mayoría de los venezolanos ha ocasionado que una gran parte de la población tenga sobre peso, situación que es normal en la cultura del venezolano, ya que estar gordo para muchos es sinónimo de una buena alimentación. La sociedad de la cual habló tiene un concepto errado o muy vago de la nutrición, ya que comer balanceado, con una dieta saludable no es preocupación en la mesa a la hora de ir a comer.

En la actual venezuela, en la que hoy comer es un privilegio sin hacer referencia si es sano o no lo es, para nadie es un secreto la situación pais ha llevado a muchos a innovar con lo poco que llevan a sus hogares, una creatividad nada invidiable para sociedades avanzadas en materia ecónomicas, para colocar un ejemplo. La innovación de la cual se vé, es la desición de elegir cual comida comeran o cuantas esta a su disposición. En ocasiones han tenido que prohibirse hacerse los tres platos requeridos para una dieta balanceada. La escases en venezuela ha dejado los anaqueles cómo el medio oriente, llevandolos a pasar hambre, situación directa que muchos padezcan de enfermedades cómo es la desnutrición, ya que la poca ingesta de comida obliga al organismo a padecer de una enfermedad tan peligrosa, que puede llevarte a la muerte.

Cabe destacar que la "revolución bolivariana" que empezó el fallecido presidente Hugo Chávez (1999-2013) y que en la actualidad sigue "impulsando" el presidente Nicolás Maduro, que incluso creó programas para vender alimentos en bajos costos, que sorprendente e inexplicablemente no se encuentran. Profesionales de la nutrición aseguran que si bien el venezolano tiene acceso a los alimentos, por habitar en un país en desarrollo sufre las afecciones propias de la pobreza y otras que afectan al primer mundo: desnutrición y obesidad.

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